?Carta #3.
A las generaciones futuras.
¡Hoy somos libres! Vos que leerás esta carta mañana, en un año, en una década o en muchos años más, podrás tener la seguridad de decir la frase: “soy libre”. Podrás contar la historia de que alguna de tus antepasadas hizo un trabajo para romper patrones, que logró liberar nuestro clan femenino de mandatos y herencias que ataban nuestro ser auténtico.
Te cuento que después de hacer un recorrido fuerte y doloroso logré ver a mi mamá como la mujer que realmente fue, una mujer que amó, que se equivocó, que tuvo sueños, que sufrió y que como todos deseó una vida plena y feliz. Entendí que era normal que cometiera errores, que se sintiera cansada y que, aunque no lo quisiera dejar de lado sus sueños pretendiendo ser la mejor mamá y que aun así se equivocó. Mi mamá traía legados familiares impuestos y que no tuvo la oportunidad o no supo cómo sanar o liberarse. Yo en algún momento pensé que tenía la obligación de mantener esos mandatos familiares, hasta que logré entender que no era mi obligación seguir los mismos patrones, tuve la oportunidad de decidir y elegir una vida diferente, una vida libre, teniendo la oportunidad de sanar heridas, de cambiar el sufrimiento y el sacrificio por amor y alegrías.
Tuve la oportunidad de tener en mis brazos el lienzo mágico y quise asumir la responsabilidad de repararlo, para que ustedes, las generaciones nuevas lo reciban en buen estado y lo mantengan, lo cuiden y lo sigan llenado de detalles amorosos, de valentía, de autenticidad, de experiencias de vida, de ilusiones y sueños. Quiero que sepan, que si cometen errores, como humanos que son, esos errores no los harán prisioneros, podrán redimirse, pedir perdón y perdonarse ustedes mismos.
Esta carta es para vos: Miguel, Pau, Julián, Victoria, Renato, María Belén, Alissa y todas las generaciones que vienen creciendo llenas de energía, vitalidad y sueños, hoy tienen la oportunidad de cobijarse con un lienzo mágico, limpio, sano, reparado y con la energía para que ustedes puedan vivir sus vidas al máximo, sintiendo el abrigo de su clan, sintiendo el abrazo de sus antepasados que hoy les honran, entendiendo que las nuevas generaciones pueden aportar valor al mundo.
Mi regalo para ustedes es un linaje de amor, limpio, sano y lleno de ilusiones y esperanza.
Los amo, Pauli.
