Cada 365 días podemos estrenar año y yo particularmente creo que es muy simbólico porque es un inicio muy concreto y tangible. Siento como mi mente se prepara para estrenar y para abrirse a un nuevo mundo de oportunidades.
Aunque tengamos planes, todo se puede modificar, todo se puede hacer diferente.
Empiezo este año con una perspectiva diferente, tengo la experiencia del 2020 que me enseñó que no siempre se cumplen las metas de la manera que las planteamos y no porque no queremos, sino porque hay situaciones que no controlamos del todo. Mi visión de este nuevo año es entender que, aunque tengamos planes, todo se puede modificar, todo se puede hacer diferente; ya sea porque así lo queremos o porque las circunstancias nos lo piden.
Para comenzar no es preciso tener todo planeado, ni resuelto.
A unos días de haber iniciado el año y con la euforia de las fiestas un poco más relajada, decidí escribir esta nota. Quería escribirla sin la “presión” de la idea de poner metas, de planear el año, de fijar objetivos y una serie de rituales que siempre hacía en función de querer organizar mi año. Que no está mal, solo que yo este año quiero permitirme fluir más. Y con esto no estoy diciendo que dejaré de pensar en lo que quiero o que dejaré a la libre todo lo que deseo, en absoluto. Lo que sí haré, es plantearme lo que deseo de una manera diferente, considerando que en cualquier momento todo puede cambiar. Y esto del cambio, para mí es un reto, porque por mucho tiempo he sido resistente, así que le pongo cara bonita al inicio de año.
Este 2021 lo inicio con la idea de que para comenzar no es preciso tener todo planeado ni resuelto, siento que lo importante es saber lo que deseamos y lo que nos hace felices. Necesitamos querer iniciar, querer despertar y aprovechar lo que tenemos. He aprendido que no “tengo que”, solo es cuestión de disfrutar el momento, vivirlo, permitirse sentir el placer de caminar y avanzar gozando lo que deseamos. Disfrutar el proceso sin presionarnos, hace que cuando alcancemos lo que queremos lo sintamos más, porque no nos hemos cansado cumpliendo expectativas ajenas.
El haber iniciado el RETO 180/12 y la forma en que lo he planteado, me ha permitido tener una visión diferente de como quiero llevar mis días y como quiero vivir mi vida. La premisa en este momento es lograr mi equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu. Y con esta base, plantearme ideas y deseos que contribuyan a lograr este equilibrio. Tengo cuatro áreas especiales para trabajar: mi parte profesional, mis finanzas, las relaciones de mi vida y mi parte personal. Con esto podré ir decidiendo aquellas tareas que abracen cada una de las áreas de vida y a su vez caminar hacia el equilibrio deseado.
No quiero imponerme planes rígidos que me presionen solo para colocar un check en una lista interminable de tareas. Este 2021 quiero ir despacio, caminando, avanzando y poniendo en práctica lo aprendido durante el año anterior. Quiero disfrutar el recorrido. Para mí el 2020 fue un año de aprender y ahora este 2021 será el año de poner en práctica lo aprendido y una de las primeras lecciones es “soltar el freno” y disfrutar lo que tengo, aprovecharlo, sentir el placer de vivir una vida menos acelerada y siendo más consciente de mis emociones.
Una de las primeras decisiones que tomé, es llevar un diario de emociones. Durante el 2020 aprendí con Eliana Vásquez de @espaciosdesoledad, acerca de las emociones y ha sido un descubrir increíble, ver cuántas emociones podemos sentir en un solo día y lo mejor de todo, sin juzgar ni señalar. Este diario de emociones es una agenda especial para mí, que me inspira, que me gusta mucho y que decidí utilizar exclusivamente para mis emociones. Todos los días antes de dormir, escribo al menos tres emociones que haya sentido durante el día. La idea no es cuestionar lo que sentí, ni pretender entender lo que sucedió, es solamente identificar mis emociones y abrazarlas. Disfrutar la maravilla que un solo día nos puede permitir sentir. Más adelante te compartiré un poco más sobre este diario.
Aprovechá la oportunidad de comenzar sin presionarte, sin exigirte,
solo permitiéndote disfrutar del camino.
Cierro esta nota deseándote un gran 2021, que sea para vos el año que soñás, sin presiones y sin imposiciones. Disfrutalo, vivilo y permitite escuchar tu corazón y dejarte llevar un poco. ¿Qué opinás?
¡BIENVENIDO 2021!