La foto que ilustra este texto es una captura digital de una fotografía impresa y fue tomada por mi mamá hace aproximadamente 44 años. Fue tomada en el garaje de la casa que mis papás acababan de terminar de construir. Mi papá estaba apoyado en el carro que tenía en ese momento, un jeep suzuki.
?Esta es la carta escrita en el día #10 del Taller “Sanando la relación con mi padre” ?
Me veo de tu mano y permitiéndome guiar, pero no como una niña, sino como la adulta que soy, como la verdadera Paulina que ha recorrido su interior para encontrarte y reconciliarme con vos. Hoy salí del camino oscuro y llegué al valle soleado, lleno de colores y en donde puedo descansar sobre la naturaleza hasta el próximo recorrido de sanación, ¿cuál será? aun no lo sé, por ahora disfrutaré de este momento de amor perfecto junto a vos, este momento de disfrutar los regalos que me has dado durante estas dos semanas de caminar junto a vos, de permitirme sentir, llorar, reír y disfrutar de la experiencia de ser tu hija.
Papi durante tu paso por este mundo terrenal y después de tu trascendencia has estado preparándome un paquete de regalos. Sabías que llegaría el momento oportuno para entregármelo, el momento en que estuviera lista para ser yo y así disfrutar de lo que significa ser tu hija y mejor aún, lo que significa ser Paulina en este mundo. Son tesoros especiales que solo un papá puede dar a su hija, me siento afortuna por tener la oportunidad de recibirlos con los brazos abiertos y poder decirte gracias. Gracias por cada experiencia de vida que me diste, por cada palabra, por cada detalle, por cada enseñanza que aprendí de tu parte, gracias por el legado que has dejado en este mundo, por tu herencia emocional y por tu energía que hoy abrazo y que conservaré como el mejor de los regalos. Esta energía ahora es limpia, pura y me permite reconocerme en ella como la mujer que soy.
Siempre me ha encantado recibir regalos y hoy es un día extraordinario, porque no solo recibo mi descanso emocional de sanar mi relación con vos, sino que además, recibo estos regalos que vos me has preparado: tu amor, tu fuerza, tu ternura, tu sabiduría, tus chineos, tus palabras de amor, tus recuerdos, tus momentos dedicamos a mí. Recibo el regalo de verme a mí misma y decirme que está bien ser yo, está bien ser como soy, tener confianza, amor propio, seguridad en mí, de creer en lo que hago. Hoy me paro frente al mundo con la confianza de ser quien soy sin tener que preocuparme por opiniones ajenas, he entendido que la opinión que realmente importa es la mía. Gracias papi por estar a mi lado, por formar parte de mi alma, por entregarme una parte de tu ser para que yo pudiera experimentar la vida.
Llego al final de un recorrido que me asustaba mucho, un camino que veía muy oscuro y que pensaba no podría caminarlo, sin embargo, la energía masculina que me has enviado me dio la fuerza para continuar, me diste la oportunidad de dejar atrás rencores y resentimientos y caminar con la mirada al frente entendiendo que todo lo que tengo y todo lo que he vivido lo necesitaba para ser quien soy. Hoy me dejo ser, dejo de lado el desapego a las opiniones, al juzgamiento, al depender de otros para estar bien, entiendo que soy suficiente, que soy única y singular y eso es lo que me hace maravillosamente Paulina.
Gracias al infinito, gracias porque he sentido tu abrazo y tu energía sosteniéndome durante estas semanas de recorrido. Me siento feliz de haberte escogido como papá, de tener en mis memorias el abrazo y el calor de tu mano cuidándome, de tener una herencia poco común como es tu “baúl de los recuerdos”, literalmente hablando, esa maleta donde siempre guardaste lo que más te importaba, lo que tenía más significado para tu vida, lo que realmente tenía valor para vos. Cada vez que abro tu maleta mis ojos se iluminan y veo cada detalle, cada papel, cada fotografía, cada cosa que durante muchos años guardaste con amor y cariño. Sabés que tu tesoro de recuerdos está seguro conmigo y además, lo seguiré alimentando con detalles que quiero que sean importantes para los dos, detalles en los que hubiera querido que estuvieras conmigo.
Cada vez que necesite fuerza para seguir, para enfrentarme al mundo, para reactivar mi seguridad, mi confianza o determinación para materializar lo que deseo, abriré este baúl y podré ver todos los tesoros que me dejaste y recordaré que tengo la libertad de ser quien realmente soy.
Gracias por todo y por tanto. Te amaré siempre, Pauli.
¿Tenés algún tesoro de tu papá, que guardás con mucho cariño?
Nos vemos y gracias por leerme. Un abrazo, Paulina.
Si querés escribirme directamente podés enviar un correo a la dirección electrónica famosapormaravillosa@gmail.com
Texto escrito por: Paulina Segura Brenes.