Hoy escribo un texto muy diferente, hoy dedico este escrito a cada una de las mujeres de mi vida, tanto mis antepasadas como las generaciones futuras porque de cada una de ellas he crecido, me he nutrido y soy la mujer maravillosa que soy. El solo hecho de decidir sanarme y sanar a mi clan femenino me convierte en canal de amor y valentía. A cada una de ustedes mujeres de mi vida, honro su legado, doy valor a su vida y agradezco todo lo que vivieron para que las generaciones siguientes podamos aprender de ustedes.
A mi tatarabuela materna y paterna (que al día de hoy, no tengo sus nombres), a mi bisabuela Rafaela, a mi bisabuela Lastenia, a mi abuelita Grace (abuelita mami), a mi abuelita Flora, a mi mamá Elizabeth, a mis tías abuelas, a mi tía Mary que es como mi segunda mamá, a tía Gloria, a mi hermana Maribel, a mis primas, a mi sobrina Victoria y a mi hija Pau, que, aunque no es mi hija biológica, es parte de mi clan femenino. A todas ellas hoy dedico esta carta desde el corazón.

A cada una de ustedes mujeres de mi vida, honro su legado, doy valor a su vida y agradezco todo lo que vivieron para que las generaciones siguientes podamos aprender de ustedes.
Hace muchos años, y realmente muchos años atrás, aproximadamente por el año 1734, la vida hizo que una mujer empezara a tejer un lienzo mágico, un lienzo que sin ella saberlo se convertiría en el abrigo de muchas mujeres que en el futuro hablaríamos de ella. Aunque no supiéramos su nombre, ella plantó la primera semilla, para dar forma a un árbol frondoso y que sus ramas crecerían para dar sombra y amor a todas las mujeres que hemos descendido de su linaje de amor y que de una manera u otra hemos ido tejiendo ese lienzo ancestral.
Este árbol ha sido el punto de encuentro de muchas generaciones de mujeres que poco a poco han ido tejiendo este lienzo mágico, que años atrás se inició, hoy ya es un tejido enorme, donde cada mujer de mi clan femenino ha tejido su propia parte, poniéndole detalles de valentía, fuerza, coraje, amor, historias, miedos, secretos, mandatos, heridas, vacíos, ausencias, resentimientos, frustraciones, duelos, injusticias, dolores, alegrías, pérdidas, engaños, traiciones, logros, recetas, comidas deliciosas, rituales, intenciones, sumisiones y miles de sentimientos que durante generaciones se fueron gestando y quedando bordados en este lienzo. Hoy, este lienzo tiene partes deterioradas, el dolor y el tiempo han hecho que el tejido ceda y se desgarrara, causando frío en algunas de mis ancestras.
me dispongo a darle el valor que cada mujer de mi clan se merece, honro su historia, su legado, su impacto en cada generación.
Hoy recibo este lienzo y lo primero que puedo ver es cada aporte amoroso y cada herencia de las mujeres de mi familia, puedo ver la sabiduría de mis tatarabuelas, la disciplina de mi bisabuela Rafaela, la sumisión de mi bisabuela Lastenia, la determinación de mi abuelita Grace, el amor inocente de mi abuelita Flora, la valentía de mi mamá Elizabeth y además, puedo ver zonas oscuras y muy personales de cada una de ellas. Con amor recibo este lienzo y visualizo cada una de las historias bordadas en él, me dispongo a darle el valor que cada mujer de mi clan se merece, honro su historia, su legado, su impacto en cada generación y de una forma delicada y amorosa tejo y remiendo las partes deterioradas, sano mis raíces, mi alma y a la vez reparo este lienzo mágico que me cobijará para que yo pueda tejer mi herencia a las futuras generaciones.
Al sentir el abrazo de este lienzo, siento el amor y dejo de lado la lucha, el dolor y el esfuerzo con el que mi ancestras tuvieron que trabajar este lienzo bajo nuestro árbol. Hoy este árbol es frondoso y sus raíces están sanas, fuertes y dan una sombra que permite disfrutar con placer el tejido del lienzo que heredarán las futuras generaciones.
Con amor para cada una de ustedes, Pauli.
Este texto corresponde a una de las cartas escritas en el Taller “Sanando mi relación con mamá”, impartido por Eliana Vásquez de @espaciosdesoledad y Leslye Rivera de @Creomas. Ellas de una manera amorosa y desprendida guiaron a un grupo de mujeres en este taller tan maravilloso y sanador. Hoy comparto una de las cartas escritas y poco a poco iré compartiendo más de esas cartas.
Gracias por leerme.